No estoy hablando de religión, ni de una práctica meditativa cuando hablo de espiritualidad. Estoy hablando de gozo, de disfrute, de certeza, de poder.
Estoy hablando de ese territorio extenso de infinitas posibilidades que nosotros, los seres humanos, descubrimos cuando somos convocados a vivir desafíos personales, emocionales, familiares.
He visto a muchas personas contar con mucha emoción la forma como superaron algo difícil, imposible; ya sea enfermedades, quiebras, rupturas, situaciones dolorosas. Lo que me llama la atención es que comentan con una poderosa narrativa llena de júbilo, de auto-admiración como sobrepasaron esa situación y entonces se evidencia eso : su espiritualidad. Lo que yo he llamado la fuerza INVENCIBLE que todos llevamos dentro.
Estoy segura que todos hemos sido llamados a despertar esa fuerza. Algunos vivimos varios intentos. Y tengo que decir que he sido privilegiada testigo de esos momentos en muchas personas, y privilegiada testigo de la instalación de esa fuerza en su consciencia.
La espiritualidad, es para mi, la práctica de construcción de una conexión entre lo interno y lo externo que provoca un respeto y una devoción por la sabiduría de la vida. Es la aceptación de una lucidez que te permite gobernar tu vida desde la coherencia de lo que en verdad sientes y al mismo tiempo asumiendo tu propio poder de evolución de tu propósito existencial.
Integrar las cosas que suceden como parte de un propósito muchas veces no claro para nosotros, convoca la sabiduría misma. Nos permite soltar la autoexigencia, la culpa, la desvalorización, y nos da tiempo para comprender tal vez en otro momento la verdadera razón de lo que nos sucede muchas veces originado por nuestras propias confusiones. Es un arte aprender a observar en silencio mental lo que vivimos, pero es muy conciliador con nuestra existencia, acoger cada cosa, sin resistir y dandole un lugar asintiendo todo con la vida misma. Que gran descanso sentir que el cauce siempre nos lleva al lugar correcto.
La manera como percibes todo, fabrica tu realidad. Así que percibir con curiosidad en lugar de percibir con tus juicios, percibir con tu inteligencia divina, en lugar de tus creencias siempre te llevará a un terreno seguro.
Cuando percibes desde el miedo te pones a ti mismo en alerta, en modo sobrevivencia. Cuando percibes desde la «curiosidad» todo adquiere una oportunidad de hacerse algo nuevo. Así que la espiritualidad eres tu, en modo de disfrute y cuando disfrutas creas un campo energético que atrae lo extraordinario.
Todos hemos venido a evolucionar. Todos. Y nadie puede detener su evolución, así la resista, la frene, algo mayor será convocado a despertarte hasta que te entregues amorosamente a eso que trajo a esta tierra. La gente que quiere controlar esto, permanece dormida, y se vuelve un peligro para sí misma. Una forma de estar dormidos es elegir el lugar de víctimas, por que renunciamos allí a usar nuestro poder personal, nuestro poder espiritual.
Si hoy estás viviendo algo que te cuesta aceptar, elige no ser la víctima, y poco a poco podrás trasformar esa situación en tu materia prima de despertar espiritual. Decía Chamalú que es altamente saludable tener algo o alguien insoportable cerca para despertar y que es sospechoso quien no es feliz. Yo coincido con eso.
Hemos venido a disfrutar a la tierra. A saborear la vida. Cuando empiezas a usar tus sentidos para ver lo que antes pasaba desapercibido, el arco iris, el cielo, la naturaleza, las sincronías, los ojos de un desconocido, cuando le sonríes a alguien que sufre, cuando oras por alguien, cuando sientes el impulso de participar en una sorpresa, cuando escuchas el viento, cuando te asomas para ver llover, cuando cantas en la ducha, cuando decides intentar hacer algo que creías no poder, cuando bailas, cuando juegas, cuando das un beso sorpresa, cuando ríes hasta que la panza duela, cuando te tomas todo menos en serio, cuando sueltas un te amo sin esperar nada, cuando le hablas a tu mascota imaginando su respuesta, cuando te conmueves, cuando te disculpas, cuando dejas que tu corazón se abra, cuando te acuestas y das las gracias antes de dormir… estás siendo conducido por la inteligencia más potente de todas: La espiritualidad.
Me encanto! Gracias Pao 🙏🏻
Enviado desde mi iPhone
Me gustaMe gusta